Farmacia Prado

Generalmente los botiquines caseros acostumbran a cobijar exceso de fármacos con el riesgo de que muchos de ellos estén incluso caducados.

Lo que debemos hacer es comprobarlo y tener una base:

– Cosas básicas como: alcohol, desinfectante, tiritas
– Evidentemente aquellos medicamentos que por una enfermedad propia podamos precisar eventual o regularmente
-Algún género de antigripal o controlador de procesos febriles.
-Fármacos concretos para picaduras de insectos.

No hay gran diferencia entre ambas, mas hay que saber diferenciarlas.

La gripe es un proceso más intenso que empieza de forma más brusca con una fiebre muy alta sobre 38º, dolores musculares y de cabeza muy intensos y que en general incapacita al enfermo.

Por otro lado los estornudos y el típico “moqueo” de nariz acostumbran a ser los síntomas de un resfriado, llegando en los peores casos a conllevar algo de fiebre.

El cuerpo sube su temperatura para estimular el proceso de nuestro sistema inmunitario y así frenar el avance de los microorganismos. Nuestro cuerpo nos señala que sufrimos alguna afección y que está reaccionando contra ella.

Se considera fiebre desde treinta y ocho, menos es febrícula. Una temperatura sobre cuarenta-41º es fundamental bajarla ya que puede crear serios problemas en el organismo si persiste en el tiempo.