Pilar Iglesias

Lo más recomendable para ello es hacerlo en la Farmacia, de manos de los profesionales que en ella trabajan. Lo correcto es hacerlo sentado, con la espalda bien recta y correctamente apoyada, y con los pies en el suelo y piernas sin cruzar. Además es recomendable que el brazo esté apoyado y el antebrazo llegue a la altura aproximada del corazón.

No, jamás debemos usar antibióticos a la ligera, ya que estos se centran en las infecciones bacterianas al tiempo que los resfriados acostumbran a estar provocados por virus. Con un mal uso de los mismos podríamos llegar a lograr un efecto de resistencia de las bacterias al tratamiento.

Su médico le indicará si procede tomar antibióticos para su afección y le señalará en condiciones se debe efectuar. Jamás se le ocurra volver a utilizar antibióticos viejos que pueda tener., aun para situaciones afines en las que los tomo por primera vez.

La fiebre es una señal que manda nuestro cuerpo cuando hay una infección y que sirve para pelear contra ella. Al aumentar la temperatura corporal reduce la proliferación de los microorganismos estimulando así al sistema inmunitario.

Por regla se tiene fiebre al superar los 37,8ºC , de lo contrario se considera febrícula. Es esencial observar nuestra temperatura y estar atentos que no supere los 40/41 grados por tiempo, ya que sería bastante perjudicial para nuestra salud.